Por Stephen Michael Purdy
"Posteriormente, puede entrar al templo y pasar por rituales secretos: bautismo por los muertos, matrimonio celestial y varios juramentos." –Matt Slick
(Note como el crítico dice "juramentos" cuando
nosotros usamos la palabra "convenios". ¿Por qué no usa la palabra
que nosotros utilizamos cuando describe nuestra religión? En cualquier caso,
véase Gén 26:3 ; Núm. 30:2 ; Neh. 10:29 ; Mateo 5:33 ; Ecle. 5:1-2)
El pueblo del Señor siempre ha sido un pueblo de convenios.
Para nosotros, los templos y las ordenanzas que hacemos allí son sagrados, no
son secretos. Invitamos a cada persona en el mundo a vivir el evangelio
restaurado y a recibir las ordenanzas en la casa del Señor. Allí hacemos
convenios para vivir una vida cristiana de consagración y sacrificio. También
obramos para la redención de todo el género humano y nos casamos por toda la
eternidad. La iglesia restaurada se ha embarcado en una gran obra genealógica.
Esta obra es parte del cumplimiento de las profecías sobre los últimos días.
"[Elías] hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el
corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra
con maldición" (Mal. 4:5-6). La maldición mencionada en Malaquías
sería perder la salvación de nuestros antepasados. En armonía con las palabras
del apóstol Pablo, José Smith recibió una revelación al respeto a los difuntos.
"Pues sin ellos nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden
perfeccionarse sin nosotros. Ni tampoco podemos nosotros ni ellos perfeccionarnos
sin los que han fallecido en el evangelio; porque al iniciarse la dispensación
del cumplimiento de los tiempos, dispensación que ya está comenzando, es
menester que una unión entera, completa y perfecta, así como un encadenamiento
de dispensaciones, llaves, poderes y glorias se realicen y sean revelados desde
los días de Adán hasta el tiempo presente. Y no sólo esto, sino que las cosas
que jamás se han revelado desde la fundación del mundo, antes fueron escondidas
de los sabios y entendidos, serán reveladas a los niños pequeños y a los de
pecho en ésta, la dispensación del cumplimiento de los tiempos" (DyC
128:18 ;véase Heb. 11:40 ; Mateo 11:25 ¸ Hechos 2:17 (Joel 2:28) ; Hechos 3:21
; Isa. 2:2 , 61:1)
"Porque Cristo también padeció una vez para siempre
por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la
verdad muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu; en el cual también
fue y predicó a los espíritus encarcelados que en otro tiempo fueron
desobedientes, .... El bautismo, que corresponde a esta figura, ahora, mediante
la resurrección de Jesucristo, nos salva, no por quitar las impurezas de la
carne, sino como apelación de una buena conciencia hacia Dios" (1 Pedro 3: 18-21). Nuestra religión enseña que cada persona que ha
vivido en la tierra tendrá la oportunidad de aceptar el evangelio.
En las Enseñanzas de José Smith, el profeta responde a una
pregunta. "Si la doctrina mormona es verdad, ¿qué ha sido de todos los
que han muerto desde los días de los apóstoles?" "Todos los
que en la carne no hayan tenido la oportunidad de escuchar el evangelio ni
recibir sus ordenanzas de las manos de un hombre que tenga la autoridad, deben
tener esta oportunidad en la otra vida antes que pueden ser finalmente
juzgados" (Pág. 141). Dios es justo y las escrituras nos enseñan que
Cristo predicó a los espíritus encarcelados y sus siervos predican a los
espíritus de las personas que no han recibido el evangelio. ¿Porque predicar a
los espíritus encarcelados si no tuvieran esperanza de redención? Pedro
responde "…también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para
que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios"
(1 Pedro 4:6)Véase también Isa. 49:9, 24:22 61:1 ; Lucas 4:18 ; Juan 5:25 ;
Efe. 1:10 y las amplias revelaciones de DyC 138, 127, 128.
"[Creen
que] No hay salvación fuera de la Iglesia…(Mormona)." "Es posible
bautizarse por los muertos. Esta es la práctica de bautizarse sustitutivamente
en lugar de difuntos no mormones. Creen que en el más allá, el difunto
"bautizado" podrá por esto alcanzar un nivel más alto del cielo
mormón."
-Matt Slick
El argumento dado por los críticos parece como un caso
donde el burro llama al puerco orejón. ¿No es el propósito de estos detractores
mostrar como nosotros y los demás personas que tengan doctrinas diferentes van
al infierno y no son salvos? ¿Que porcentaje de la población en toda la
historia del mundo ha tenido las mismas creencias que Matt Slick tiene? Si los
demás personas quienes nunca conocieron la Biblia o tienen interpretaciones
diferentes van al infierno, la creación y la obra de Dios sería un gran
fracaso. No creo que el Dios omnipotente creó millones de almas y al fin mande
la gran mayoría al castigo eterno sin oportunidad alguna.
El hecho de que creemos que todos pueden aceptar el
bautismo muestra que nuestra esperanza y creencia de que todos tengan la
oportunidad de salvarse por medio del sacrificio expiatorio de Cristo si son
miembros de nuestra iglesia o no. El décimo profeta de la Iglesia, Joseph
Fielding Smith, dijo en 1934 que después de la segunda venida del Señor, "Habrá
millones de personas: católicos, protestantes, agnósticos, mahometanos, gente
de toda clase y todo credo a la que se le permitirá quedarse sobre la faz de la
tierra; hayan estado limpios de iniquidad y corrupción. Todos los que sean, en
virtud de su buena vida, del orden terrestre, así como todos los que hayan
guardado la ley celestial, permanecerán sobre la faz de la tierra durante el
Milenio".20 Todos tendrán la oportunidad de aceptar Cristo y el
evangelio si no tuvieron la oportunidad de aceptarlo antes.
Creemos que la ordenanza del bautismo y la imposición de
las manos para el don del Espíritu Santo son requeridas para entrar el reino de
Dios."El que cree y es bautizado será salvo; pero el que no cree será
condenado" (Marcos 16: 16). Bautizarse es un mandamiento (Hechos 2:38
; 10:48 ; 22:16) y es necesario para la salvación, " De cierto, de
cierto te digo que a menos que uno nazca de agua y del Espíritu, no puede
entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha
nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: ‘Os es
necesario nacer de nuevo.’ El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido;
pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que ha nacido
del Espíritu" (Juan 3: 5 ; Véase Tito 3: 5). Hay una gran cantidad de
personas que nunca tuvieron la oportunidad de aceptar Jesucristo y el bautismo.
Nuestra fe consiste de la esperanza que toda la humanidad tendrá la oportunidad
de salvarse y queremos vivir una vida tranquila y reposada en toda piedad y
dignidad." Esto es bueno y aceptable delante de Dios nuestro Salvador,
quien quiere que todos los hombres sean salvos y que lleguen al conocimiento de
la verdad" (1 Timoteo 2: 3).
"Además,
al mormón fiel se le enseñan cuatro apretones de manos y cuatro abrazos
secretos, de modo que cuando ingrese al tercer nivel del cielo mormón, el
creyente mormón [en el cielo] pueda apretar las manos de Dios y abrazarlo según
este modelo."
-Matt Slick
Antes de entrar el templo, los miembros están invitados a
tomar un curso de estudio. Una gran parte de esta clase de preparación para el
templo es para entender los simbolismos. "Porque he aquí, esta vida es
cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios" (Alma 34:
32). El evangelio esta lleno de parábolas y símbolos que tienen significados
profundos. La santa cena, por ejemplo, es considerada simbólica en nuestra
iglesia y representa conceptos espirituales.
El velo y un nombre nuevo son conceptos simbólicos y se
basen en las escrituras. Por ejemplo: "Al que venciere, yo lo haré
columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre
él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva
Jerusalén, la cual desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo"
(Apocalipsis 3:12). Otra vez, Matt Slick malinterpreta y se burla de nuestras
ordenanzas más sagradas.
"Este ritual
[matrimonio] celestial es exigido para poder acceder a este nivel, el más alto
del cielo."
-Matt Slick
(Este es otro ejemplo del uso de palabras cargadas de
propaganda. ¿Porque dijo "exigido" y no "requerido"?
¿Porque dijo "ritual" y no "ordenanza"? La razón es que los
críticos evitan palabras conocidas por el cristianismo a propósito para que
nuestra religión suene extraña y menos cristiano.)
Para nosotros, un aspecto muy importante de la vida eterna
es la familia. Los Santos de los Últimos días creemos que las familias se
pueden sellar por la eternidad en los Templos Sagrados de Dios. Los matrimonios
que están sellados con el poder y la autoridad de Dios no terminan con la
muerte, sino que siguen en las eternidades para aquellos que son fieles.
Enseñamos que el hombre debe dar "honor a la mujer como a vaso más
frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida" (1 Pedro 3:7) y
que el hombre "se unirá a su mujer, y serán una sola carne"
(Génesis 2:24). Dios ordenó y aprobó el matrimonio de Adán y Eva en el Jardín
de Edén antes de la caída. La Biblia revela el primer mandamiento dado al
hombre en Edén,"Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, (Génesis 1:28). No creo que Dios diera un
mandamiento para tener hijos, si Adán y Eva no estaban casados ("los
bendijo"), y no creo que Dios exigiera un estado como el matrimonio si Él
lo consideraba inferior a la vida soltera. "Porque yo te mando hoy que
ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos,
sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado" (Deut.
30:16). Consideramos las palabras de Pablo a los Corintios como instrucciones
específicas para una situación especial.
Tener una familia nos enseña paciencia, amor incondicional,
y muchas otras cualidades que nos ayuda a progresar, a ser más como nuestro
Padre Celestial. Podemos entender un poco más como Él se siente con su obra de
cuidar la familia humana en la tierra. La iglesia enseña que el matrimonio es
una institución celestial y la familia puede ser una fuente de gozo y
felicidad."He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el
fruto del vientre" (Salmos 127:3). Como Dios instituyó el matrimonio
en el jardín de Edén, "todo lo que Dios hace será perpetuo"
(Ec. 3:14) o "para siempre". Jesús aprobó el matrimonio en las bodas
de Canaán y en palabras directas. En el Nuevo Testamento nuestro Salvador y
Redentor Jesucristo nos enseño, "al principio de la creación varón y
hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos
sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre" (Marcos
10: 6-9). Pablo confirmó diciendo, "en el Señor, ni el varón es sin la
mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también
el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios" (1 Cor. 11:
11-12).
El concepto de grados de gloria en los cielos no es nuevo.
Jesús dijo, "En la casa de mi Padre muchas moradas hay" (Juan
14: 2). Entendemos que hay grados o "glorias" diferentes, por lo
tanto Pablo explicó sobre la resurrección, "Una es la gloria del sol,
otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella
es diferente de otra en gloria" (1 Cor. 15: 40-41), y luego Pablo
describe una experiencia de un hombre quien "fue arrebatado hasta el
tercer cielo".
(2 Cor 12:2). La Biblia da pistas de la posibilidad que hay
niveles en el reino de Dios. Pero nuestra doctrina no se basa en estos
versículos. Doctrina y Convenios sección 76 amplifica las palabras de Pablo.
Además, hay sentido en esto porque sabemos que algunas personas viven sus vidas
más fieles que otras y un Dios justo recompensaría cada persona de acuerdo con
su fidelidad. En la revelación moderna (dado en 1832) nos explica que hay tres
reinos (y divisiones entre de si) de Gloria: Celestial, Terrestre, y Telestial.
La doctrina de exaltación, entendida como realmente lo
enseña la iglesia, se encuentra apoyada en la Biblia, y en las palabras de
cristianos antiguos. Juan escribió sobre quienes recibirán gloria
celestial,"El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y
él será mi hijo" (Apoc. 21: 7). Una revelación dada a través de José Smith
está de acuerdo cuando dice, "Son dioses, sí, los hijos de Dios. Por
consiguiente, todas las cosas son suyas" (DyC 76: 58-59). La sola
diferencia es el uso de la palabra, "dioses" y más adelante aclaró el
uso de esta terminología. Doctrina y Convenios enseña que quienes no reciban la
exaltación no son dioses, sino ángeles. "Porque estos ángeles no se sujetaron
a mi ley; por tanto, no pueden tener aumento, sino que permanecen separada y
solitariamente, sin exaltación, en su estado de salvación," (DyC 132:
17).
Bajo la ley de Moisés y el sacerdocio de Aarón, el pueblo
de Israel no tenía acceso a las ordenanzas mayores. Jesucristo enseñó que bajo
la ley de Moisés y el sacerdocio preparatorio, "los hijos de este siglo
se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de
alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se
dan en casamiento. Porque no puedan ya más morir, pues son iguales a los
ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección" (Lucas
20: 34-36). El matrimonio en el templo, como el bautismo, es una
"ordenanza terrenal", o sea, no se puede hacer en los cielos o
después de la resurrección.18 La ley de Dios requiere que los matrimonios se
hagan en la tierra bajo la autoridad del sacerdocio antes del fin del milenio
(los mil años después de la segunda venida de Cristo). El reino celestial es
donde las relaciones eternas existen. Matrimonios nuevos no se hacen allí
(Lucas 20: 27-36) y no todos tendrán el privilegio de recibir las bendiciones
de un matrimonio eterno porque requiere que las personas cumplan con los
convenios del Señor bajo su ley (DyC 132: 7-17).
En la nueva dispensación,
Jesucristo dio a Pedro la autoridad del sacerdocio mayor (de Melquisedec).
Lleva con él las ordenanzas y convenios mayores donde los que cumplen no serán
ángeles, sino"hemos de juzgar a los ángeles" (1 Cor. 6:3). Cristo
explicó como uno con el poder y la autoridad de Dios puede sellar las familias
eternamente cuando dijo "Y a ti te daré las llaves del reino de los
cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo
que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:19).
Este poder fue sido quitado en tiempos de apostasía y ha sido restaurado en
tiempos de luz y revelación.
"Para
alcanzar este estado exaltado una persona primero debe ser un buen mormón y
pagar un diezmo completo a su iglesia."
-Matt Slick
Se ve que la persona quien inventó este comentario utiliza
tácticas de manipulación. Primero, la ley de diezmo se encuentra en la
Biblia:Gen. 14: 18-19; Heb. 7: 1-2,9; Lev. 27: 30-34; Deut. 14: 22,28; 2 Crón.
31: 5; Mal. 3: 8-11 . Entonces me sorprende que los críticos hagan liviana la
enseñanza. Pero más notable es la manera en que el detractor escribió su
declaración. Insinúa que el diezmo es la sola cosa que es importante en nuestra
iglesia. Hay engaño en sus palabras con el propósito de ofender cuando pretende
que "ser un buen mormón" consiste de una sola cosa. El crítico
solamente menciona los diezmos para crear una imagen de codicia. Mientras
tanto, no le serviría a este detractor mencionar que a nuestros líderes a nivel
local, incluso obispos y presidentes de estaca, ni siquiera reciben pago por su
servicio. Líderes en niveles mundiales usualmente dejan sus trabajos con
sueldos lucrativos para servir y su recompensa monetaria es mucho más bajo que
ganaban antes. De todas las iglesias que existen no creo que es justo pintar la
nuestra como una de codicia.
Además de pagar los diezmos, los miembros de nuestra
iglesia deben vivir la ley de castidad, ayudar y ser honestos con su prójimo,
tratar a su familia con respeto y amor, guardar el día de reposo, vivir la
palabra de sabiduría, y seguir todos los mandamientos del Señor como enseñan
las Santas Escrituras. En nuestra religión, la exaltación se alcanza por medio
de la fe, el bautismo, recibir el don del Espíritu Santo, recibir las
ordenanzas y hacer convenios de vivir una vida cristiana en el templo. Uno
necesita nacer de nuevo en Cristo y dejar (por medio de nuestro albedrío) que
el Espíritu obre en nuestras vidas para conformarnos a la voluntad de Dios. No
serviría a los propósitos de los críticos revelar toda esta información,
entonces siguen en sus engaños.
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